viernes, 21 de noviembre de 2008

Bosque (1) Bosque de Gir, esplendor felino


El Parque Nacional del Bosque de Gir comprende unos 1400 kilómetros cuadrados en el estado indio de Gujarat. El único lugar del mundo donde conviven tigres de Bengala y una subespecie de leones (Panthera leo persica), la única fuera de África. La eficaz gestión del parque ha conseguido aumentar la población de esta subespecie de león hasta unos 360. Además unos 500 leopardos, gatos de la jungla... en fin, una densidad felina importante que para un amante de los lindos gatitos como el Juez Roy Bean se antoja paraíso.
Porque cuando en un ecosistema hay una población importante y diversa de depredadores es señal inequívoca de que el resto de la pirámide trófica está en excelente estado. La población de leones asiáticos del parque de hecho ha aumentado hasta saturar la capacidad de carga de su santuario, extendiéndose a territorios vecinos. En concreto, después de que varios ejemplares atravesaran unos 100 km desde Gir hasta la costa, se ha establecido una población en el distrito de Bhavnagar.
Además existen otros conspicuos habitantes del bosque de Gir, como el nilgó o antílope azul este simpático caballerete de al lado de hasta 300 kilos de peso, de formidable estampa e imponente cuello, buff vaya animal, qué preciosidad, parece hecho de bronce, flipo que haya gente que al ver un animal así sólo se le ocurra meterle una bala en el corazón, putos sicópatas, en fin, cérvidos como el chital, hienas rayadas, chacales, cocodrilos, pitones y así hasta 38 especies de mamíferos, unas 300 especies de aves, 37 especies de reptiles y más de 2000 especies de insectos.

Un pequeño paraíso bien conservado cuya sola existencia hace respirar mejor al Juez Roy Bean. Aquí una simpática familia india nos permite ver lo que poca gente puede ver, una leona pasando tranquilamente enfrente de ellos. En la India.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Humor (1) El humor británico de Monty Python

La Contra, la estupenda página de contraportada de La Vanguardia nos ofrece una entrevista con Eric Idle, uno de los componentes de los Monty Python, aquel crucificado que le cantaba a un perplejo Brian aquello que todos hemos silbado alguna vez "Always look on the bright side of life". Éste bucea en esa época crucial en la que tejemos las bases de nuestro carácter, la infancia, en su caso trágica y sin amor, para encontrar su forma de encarar la vida en los resortes emocionales de su sentido del humor. Para terminar les ofrecemos La vida de Brian (Life of Brian, 1979), de Terry Jones, una película de humor de culto para disfrutar el mejor humor británico.


Eric Idle. "El mejor humor proviene de la desesperación absoluta"

Tengo 65 años. Nací en el norte de Inglaterra y vivo en Los Ángeles. Estoy casado por segunda vez desde hace 32 años. Mi hijo, 32 años, vive en Australia, y mi hija, de 18, en Tailandia. Los humoristas debemos estar más allá de la política para poder criticarla. Agnóstico

¿Qué le hizo humorista?

Muchos psicólogos dicen Q que los humoristas nacen del abandono, generalmente el materno. La furia y la frustración del niño abandonado se transforman en risa. Los humoristas somos normalmente personas defectuosas y heridas.

En su caso el abandono, por causa mayor, fue paterno.

Sí, mi padre estaba luchando contra los nazis cuando mi madre, en un intento desesperado por que volviera a casa, lo llamó diciéndole que yo estaba muy enfermo. Volvió haciendo autostop y el camión al que se subió tuvo un accidente. Murió aplastado.

Vaya.

A mi madre le afectó tanto, que se vio incapaz de criarme, y a los 7 años me envió a un internado, donde viví hasta los 19. Un lugar durísimo donde no había amor.

¿Le acompañaban los buenos recuerdos de su madre?

El primer recuerdo que tengo de ella, debía de tener 4 años, es llorando en Navidad.

¿Y de todo eso brotó el humor?

Fue en el internado. El humor me permitió rebelarme contra la realidad, y la risa fue la defensa contra el acoso. Era un internado al estilo Dickens, el dormitorio tenía cien yardas, y allí nos apaleaban con bastones y nos quemaban. Yo tenía mi grupo de supervivencia, nos protegíamos. Lo curioso es que Monty Python era un poco lo mismo.

¿Qué aprendió de esa realidad?

Me dediqué a escapar de ella, aprendí a imaginar, a amar la literatura, me entregué a ella. Eso me llevó a la Universidad de Cambridge, donde estudié Literatura Inglesa.

¿Mejoró la relación con su madre?

Nunca fue buena hasta el final. Murió en mi casa de forma muy victoriana, emotiva, porque me dijo todas esas cosas que había callado: que me quería, que estaba orgullosa de mí... Todo lo bueno que no tuvimos pasó en esos últimos tiempos.

Es triste.

Lo único que nos queda es morir bien, así que no está mal.

¿Cuál es la siguiente escena importante?
Llegar a Cambridge fue como dejar la crisálida y convertirme en mariposa. Vi una obra de teatro que cambió mi vida, Beyond the fringe, protagonizada por actores que ahora son históricos. Me di cuenta de que la comedia era un artefacto interesantísimo que ponía toda la verdad al descubierto, y conocí a los amigos con los que crearíamos Monty Python. Teníamos claro que íbamos a hacer algo que nadie había hecho antes.

¿Qué le ha divertido más en su vida?

La hipocresía: la diferencia que existe entre lo que la gente dice y cómo se comporta. ¿Recuerda la fábula del vestido nuevo del emperador? Me encanta ese poder de señalar que el emperador va desnudo: ese es el poder del cómico y su responsabilidad.

¿Cuál de todas las reacciones que suscitó La vida de Brian le sorprendió más?

Lo más sorprendente es que a muchos cristianos les gustó la película. El mensaje era "no dejéis que las Iglesias os maltraten", pero no destruíamos la fe. La gente que reaccionó violentamente no la había visto.

¿Cambió su vida estar crucificado?

Estuve tres días colgado, el tiempo que nos costó rodar esa secuencia. Y desde luego es un lugar muy filosófico.

George Harrison se convirtió en su gran amigo.

Gran tipo, hipotecó su casa para financiar la película. Los Monty Phyton le liberábamos de la trampa, la asfixia, de los Beatles.

Luego usted parodió a los Beatles, ¿era necesario desmitificarlos?

Se habían convertido en un mito, en otra religión, así que creé The Rutles.

Usted le ha dado muchas vueltas al tema del sentido de la vida… Es como la búsqueda del grial. Ahora tenemos un conocimiento científico muy amplio sobre lo que es la vida, y lo más interesante es que el universo ha creado la inteligencia para verse desde fuera y comprenderse. ¿Pero qué es lo más curioso?

¿?

Que esa capacidad del universo de verse desde fuera y reconocerse a sí mismo y su propio sentido es innecesaria.

¿Y el sentido en un nivel más doméstico?
Las relaciones y el conocimiento de que me voy a morir y que tengo un tiempo limitado, y que por tanto debo agarrarme a los momentos importantes, mejorarlos y disfrutarlos.

Usted tuvo una depresión muy fuerte.
Sí, creo que las crisis son intrínsecas a los humoristas. Hago terapia desde los últimos 15 años y ahora estoy más cómodo y tranquilo con quién soy y hacia dónde voy, aunque ocasionalmente me embargan periodos de gran tristeza cuando me asaltan los recuerdos del internado.

¿Está triste por el pasado?

Hay ciertos patrones de comportamiento que establecemos en nuestra infancia que regresan con toda su carga emocional.

No sabía que los humoristas fueran carne de diván.

Muchos son maniaco-depresivos; de hecho, los más brillantes han vivido una gran desesperación. Creo que el mejor humor proviene de ese sentimiento de desesperación absoluta. Yo me encontraría en un punto medio.

¿A qué teme?

Al internado.

¿Cuál le gustaría que fuera su epitafio?
"Say no more" (no digas más)

La vida de Brian

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Gato (1) Oda al gato, de Pablo Neruda

Me gustan los perros y los gatos. Sus parámetros mentales son distintos, unos son gregarismo y lealtad sin condiciones, los otros independencia y elegancia. Ambas especies enlazan emocionalmente con nosotros, ambas necesitan de tu afecto, aunque si las cosas se tuercen es bueno saber que mientras para el perro lo eres todo, para el gato podrías ser sólo coyuntura.

Oda Al Gato, de Pablo Neruda


Los animales fueron

imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.
No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola ranura
para echar las monedas de la noche.


Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.


Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.


Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.

martes, 18 de noviembre de 2008

Odio (2) El odio en la mirada

1. adj. Indeseable, despreciable. 

Garikoitz Aspiazu Rubina, alias "Txeroki", imbécil, te vas a dejar los mejores años de tu vida pudriéndote en la cárcel y mira, si al final resulta que hay infierno también te vas a pudrir en él. Escupo en tu mente obtusa y en tus ojos sanguinarios.

Obsérvese el odio que destilan las miradas de este asesino miserable y de este otro error de la Naturaleza que también está de actualidad.

Si no fuera porque dais asco, daríais pena.

Demencia (1) Sigue el desafío de la esquizofrenia

Esquizofrenia Med. Grupo de enfermedades mentales correspondientes a la antigua demencia precoz, que se declaran hacia la pubertad y se caracterizan por una disociación específica de las funciones psíquicas, que conduce, en los casos graves, a una demencia incurable.

Vimos hace unos días el estupendo documental 1% Esquizofrenia que dirigió Ione Hernández y produjo el algunas veces pedorro Julio Medem. Enfermos y doctores radiografiando los abismos íntimos de unas personas a veces aterradas de sí mismos. Se hecha algo en falta un análisis más causal (aunque se sepan pocas causas con certeza) y fisiológico de una enfermedad (o síntoma) epítome de lo incomprensible. El Juez Roy Bean recomienda su visionado e incluye en el pack el último episodio de Redes con Punset de charleta con la neuropsiquiatra María Ron, que desmonta algunos mitos sobre esta enfermedad.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Extinción (1) El último tilacino

El lobo marsupial o tilacino (Thylacinus cynocephalus), también conocido como lobo de Tasmania o tigre de Tasmania, era un marsupial carnívoro nativo de Australia y Nueva Guinea.El lobo marsupial se extinguió en el continente australiano miles de años antes de la llegada de los colonos europeos, pero sobrevivió en Tasmania junto con otras especies endémicas como el conocido diablo de Tasmania.

Les ofrecemos un video de 1933 de apenas 42 segundos en el que aparece el último tilacino o tigre de Tasmania, muerto tres años más tarde, de la forma más triste posible para el último representante de una especie, en un zoológico, concretamente en el de Hobart, en Tasmania.

En el video y la foto adjunta se puede apreciar una de las características más conspicuas de esta infortunada especie, unas poderosas mandíbulas que podía abrir de forma desproporcionada (hasta casi 120 grados).

Recuerdo haber leído de pequeño que en una de las cacerías que se organizaban para exterminarlo -y recompensadas hasta 1909 por el gobierno de Tasmania- unos cazadores acorralaron con perros en una cueva a uno de estos desdichados animalejos y cuando uno de los perros se acercó demasiado, el tilacino simplemente abrió la boca y le arrancó el cráneo. En fin, por lo menos vendía cara la piel. Como dato lamentable digamos que fue declarado especie protegida en Tasmania en 1936, justo el año en que murió este último ejemplar.


Droga (1) Alejandro Magno y el mal beber


David Alhambra nos habla sobre una de las sensaciones consustanciales a los humanos desde que a alguien se le ocurrió fermentar vides, como la de hacer una fiestuqui en casa y que se te vaya de las manos, los concurrentes hasta arriba de todo y tú guay, pero alguien o algo te toca los cojones y en ese momento supremo en que los vigilantes del raciocinio en tu cortex cerebral miran a otro lado, los sonidos y los sentidos se enturbian (y las nenas molan más), en ese momento te llevan 2342 años antes y tú eres Dios y estás conquistando el Imperio Persa y has empinado el ánfora más de la cuenta; así que aprovechas y en vez de sólo dar voces y romper una botella, pues te quemas una ciudad y acuchillas a un colega. Nos cuenta David:


Leo la vida de Alejandro Magno, Alejandro, cuyo inculto padre, Filipo, contrató a Aristóteles como tutor de su joven heredero y guerrero para que puliera sus suaves hombros. Alejandro, que en la campaña de Persia llevaba un ejemplar de "La Iliada" en una caja forrada de terciopelo y adoraba aquel libro. Pero también la lucha y el vino.


Llego a ese momento de su vida en el que Alejandro,tras una larga noche de juerga, borracho de vino (la peor borrachera posible, esas resacas no se olvidan) arrojó la primera tea que incendió Persepolis, capital del Imperio Persa (ya antiguo en la época de Alejandro). Quedó totalmente arrasada. Luego, cómo no,a la mañana siguiente - puede que aún ardiera la ciudad- tuvo remordimientos.

Pero en nada parecidos a los que sintió la tarde siguiente cuando en una discusión cada vez más subida de tono,Alejandro, sin afeitar y la cara roja por el vino, se puso de pie tambaleándose empuñó una espada y le atravesó el pecho a su amigo Cletus, que le había salvado la vida en Granico. Durante tres días, Alejandro lamentó su muerte. Lloró. Se negó a comer. "Se negó a atender sus necesidades corporales". Incluso realizó la promesa de dejar la bebida para siempre (he oído muchas veces esas promesas y las lamentaciones que acarrean).

No hace falta decir que se paralizó completamente la vida en el ejército mientras Alejandro se abandonaba a su dolor. Pero cuando pasaron esos tres días, el terrible calor empezaba a llevarse parte del cadáver de su amigo y le convencieron para que hiciera algo.
Salió de su tienda, cogió el ejemplar de Homero, lo desató y empezó a pasar páginas. Finalmente,dio órdenes de que los ritos funerarios descritos para Patroclo se siguieran al pie de la letra: quería para Cletus la mejor despedida posible. ¿Y cuándo ardió la pira y empezó a correr el vino? Pues claro,¿qué te crees? Alejandro bebió hasta perder el sentido. Tuvieron que llevarle a su tienda. Tuvieron que levantarlo para meterlo en la cama.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Iglesia (1) Contrastes de la iglesia católica

Congregación de los fieles cristianos en virtud del bautismo. 2. f. Conjunto del clero y pueblo de un país donde el cristianismo tiene adeptos. Iglesia latina, griega. 3. f. Estado eclesiástico, que comprende a todos los ordenados. 4. f. Gobierno eclesiástico general del Sumo Pontífice, concilios y prelados.

Hace unos días saltó la noticia de que, en uno de los ataques que conforman la escabechina que los rebeldes tutsis están montando en el Congo, una monja española que estaba allí ayudando a los miles de refugiados que huyen de los combates fue herida gravemente y la tuvieron que amputar las piernas. Esta noticia coincidió en el tiempo con el escándalo que se montó en Alemania por la intención del hermano del Papa de celebrar su cumpleaños en el Vaticano con un concierto de Mozart con un coste estimado de 100.000 eurakos.


En la redacción de "Vida y Tiempos Del..." oscilamos entre agnosticismo y ateismo y vemos a la Iglesia como una institución que, aunque ayuda a vivir a mucha gente allí y aquí, es monolítica y refractaria a cualquiera de los cambios que demanda a gritos el mundo de hoy en día.
Así, a bote pronto, y para no dejar África, el daño inmenso que hace su postura radicalmente contraria al control dela natalidad) y que, a pesar de ser enormemente rica alberga enormes desequilibrios morales y materiales entre los fulanos que se dedican a vivir del cuento de forma obscena y los que realmente se dedican a intentar cumplir el principal cometido por el que fue creada. Ayudar.

viernes, 7 de noviembre de 2008

sábado, 1 de noviembre de 2008

Odio (1) ¡Matadlo, matadlo!

La siempre aconsejable última página del diario catalán La Vanguardia, La Contra, entrevista a la consejera demócrata Carol Darr, que dibuja un inquietante panorama sobre algunas vilezas morales que anidan en los ¿cerebros? de muchos de sus compatriotas.


"Al oír ´Obama´, miles de tipos gritan: ´¡Matadlo, matadlo!´"

La edad es una opción y yo soy más joven que usted. Crecí en Memphis: iglesias, limpieza y Elvis. Mi marido es periodista político: no nos aburrimos. Soy profesora de Administración Pública en la Escuela Kennedy de Harvard. No subestime el poder del odio en Estados Unidos

- ¿Teme por la integridad de Obama?

Nos preocupa la posibilidad de un atentado: a los ciudadanos y al servicio secreto, que, por primera vez en la historia, ha protegido a un candidato incluso durante las primarias.

- De momento hace bien su trabajo.
Ha habido un par de incidentes que no se han aireado respecto a algunos fanáticos comprando armas... Pero el peligro está ahí y más mientras Obama sea un candidato.

Kennedy y Reagan, no hace tanto, fueron tiroteados siendo presidentes.

Pero el candidato debe trabajar entre multitudes incontrolables, y un loco cualquiera puede conseguir su objetivo...

Ojalá sea sólo un temor...

... Las consecuencias para Estados Unidos y el mundo serían devastadoras, pero lo que ya es devastador y muy preocupante es el linchamiento moral que sufre Obama.

¿Sólo en internet?

En internet, desde luego, donde circula material nauseabundo sobre él, pero sobre todo en algunos mítines. Yo he visto cómo, cuando se pronunciaba su nombre, miles de individuos chillaban al unísono: "Kill him! Kill him!" (¡matadlo!, ¡matadlo!).

Poco edificante, desde luego.

Lo que resulta desmoralizador es pensar que esos miles de personas se sienten seguros pronunciando amenazas de muerte en público. Tengo un hermano republicano que me hace llegar el material que circula en internet incitando al magnicidio.

La red es mar, río y alcantarilla.

Lo que consigue mi hermano es que vea que hay un país ahí afuera que odia y que sigue viendo a Obama como un marciano.

¿Y el efecto Bradley?

Me preocupa menos que el odio racial que subyace bajo esa capa de aparente corrección política sobre la que avanza Obama y su gente... Este país parece haber cambiado mucho en apariencia, pero...

¿Pero el efecto Bradley aún pesa?

Los politólogos han demostrado que cada vez menos. Como sabe, el efecto Bradley alude a la diferencia entre las encuestas, donde se tiende a aparecer políticamente correcto ante el encuestador, y el voto real, secreto, donde sí se manifiesta el prejuicio racial.

Bradley perdió por el color de su piel.

Era afroamericano y aunque iba por delante en las encuestas, perdió para gobernador de California por ese racismo enmascarado. Existe, pero en cada elección desde las de Tom Bradley en 1982 ha ido menguando.

¿No habrá un efecto Obama?

Tal vez hubiera pesado más en otro contexto, porque es cierto que a Obama - y no sólo por afroamericano-, sus maneras y actitud le hacen parecer distante, exótico para el norteamericano medio, pero, tal como está la economía, la mayoría de los ciudadanos que la sufren hubiera votado a un alienígena con tal de castigar a los republicanos.

¿Qué ha sido nuevo en esta campaña?

Ha sido la más larga que recuerdo: demasiado larga para todos. Y también ha sido por primera vez una elección abierta de verdad.

¿No lo eran las anteriores?

Mire, yo empecé en las campañas hace 30 años: ya fui consejera de Carter. Hasta esta campaña, había tres grupos de presión que decidían: los grandes donantes; los profesionales de las campañas - yo fui una de ellos- y los grandes grupos de comunicación.

¿Cómo decidían?

Antes de los caucus de Iowa, ya habían apuntado quién tenía y quién no tenía posibilidades, y le aseguro que, tal como eran de conservadores, es muy difícil que un candidato como Obama hubiera pasado su filtro.

¿Qué ha cambiado?

Internet ha permitido a los ciudadanos saltarse a esos intermediarios y decidir con su dinero, con miles de pequeñas donaciones, quién querían que fuera su candidato. Y le aseguro que Obama sin internet no hubiera llegado hasta aquí.

¿Ahora las campañas son más abiertas?

Con Carter, por ejemplo, en total trabajamos unas 150.000 personas desde los candidatos hasta el último pegacarteles. Ahora participan millones de ciudadanos.

¿Los grandes lobbies ya no deciden?

Influyen, pero ya no deciden. Ya no deciden solos ni los medios, ni los grandes donantes ni los tecnócratas del voto.

¿Qué hubiera pasado sin internet?

Obama, aun siendo senador y una gran promesa demócrata, con una trayectoria sólida, por otra parte como la de otros políticos afroamericanos que lo han precedido, no hubiera superado el escrutinio de esos grandes grupos que controlaban las donaciones y él mismo no se
hubiera metido en el lío para después quedarse sin dinero y perder.

¿Hay recién llegados a la campaña?

Ya había miles de ciudadanos que detestaban ese círculo de influencias e intereses que tenía secuestrado el sistema de elección de candidatos, pero se hubieran limitado a seguir quejándose en la impotencia si internet no les hubiera dado la posibilidad de participar y cambiar las cosas.

¿Qué otras cosas han cambiado?

Veremos si internet que ha elegido a Obama modifica su modo de gobernar. De momento, está claro que jóvenes y minorías que se autoexcluían votarán como nunca. Es usted muy optimista. Soy joven y, la verdad, me gusta más este nuevo modo de hacer política más abierto y más limpio.

Asimismo, el siguiente artículo nos explica cómo a pesar de compartir piso con el amor romántico en dos áreas cerebrales de bonitos nombres, putamen e ínsula, el odio sigue horadando sus terribles meandros en la corteza frontal para dar el toque analítico a los crímenes reales o imaginarios que todos hemos cometido.

El circuito cerebral del odio

La última novedad en torno a Barack Obama, el candidato a la presidencia de EEUU, es que dos neonazis habían urdido un plan para acabar con su vida. En este caso, las razones del odio hacia el aspirante negro son raciales pero puede haber otras muchas motivaciones. ¿Por qué se odia a alguien? ¿Qué pasa en el cerebro de estas personas? Un equipo de investigadores británicos lo ha descubierto.

El odio es un sentimiento biológico complejo que, a través de la historia, ha llevado a los individuos a cometer tantos actos heroicos como viles. Lo mismo que puede decirse del amor. Y es que lo primero que han descubierto los investigadores del Laboratorio de Neurobiología del University College de Londres es que ambas pasiones comparten dos estructuras cerebrales, una semejanza mayor que la presentada con cualquier otra emoción. Por eso, el dicho popular afirma que 'del amor al odio sólo hay un paso'.
Para descubrir 'el circuito del odio', que es único, los investigadores observaron mediante imágenes de resonancia magnética el cerebro de 17 individuos -10 hombres y siete mujeres- mientras veían fotos de caras de personas por las que sentían una seria animadversión (cedidas por cada participante) alternadas con otros rostros neutrales, que no despertaban en ellos ningún tipo de sentimiento.
De esta forma vieron las áreas neuronales que se activan al odiar. Sus resultados, que se publican en la revista 'PLoS One', muestran que la red que se pone en marcha con esta pasión irracional implica a dos regiones que juegan un papel importante a la hora de generar un comportamiento agresivo y en trasladar posteriormente esta conducta a la práctica. Dichas zonas son el putamen -un núcleo situado en el centro del cerebro-, y la ínsula -en la superficie lateral de dicho órgano-. Los investigadores explican que "estas mismas áreas son las que se activan en el amor romántico".
Varios trabajos han demostrado que entre las funciones en las que participa la ínsula se encuentra la de catalizar las expresiones de disgusto y los estímulos desagradables, mientras que el putamen es el encargado de planificar la respuesta activa, como puede ser agredir a la persona odiada o adoptar una actitud de defensa.
"El hecho de que las zonas del putamen y la ínsula también se activen por el amor romántico no es sorprendente, ya que ambas pasiones pueden conllevar actos irracionales y agresivos", explica a elmundo.es Semir Zeki, coordinador de la investigación.

Los canales propios

Pero junto a estas regiones, el 'circuito del odio' transcurre por vías propias y distintas a la de otros sentimientos. Así, se adentra en la corteza frontal, encargada entre otras cosas de predecir y anticipar las acciones de los otros.
Además, los autores han descubierto que una diferencia fundamental entre el amor y el odio es que "con el primer sentimiento se desactivan partes de la corteza cerebral relacionadas con el juicio y el razonamiento mientras que esto no se produce en el caso del odio, que sólo es capaz de desactivar una pequeña zona localizada en la corteza frontal".
"Mientras el amante es siempre menos imparcial y no atiende al sentido común en lo que respecta a la persona amada, el individuo que odia no suele perder el juicio sino que es muy consciente de los pasos que da y las acciones que emprende contra el individuo odiado", señalan los investigadores.
Asimismo, el trabajo descubre que el odio tampoco comparte un patrón cerebral con otros sentimientos con los que podría tener algo que ver, como la ira, el enfado o el miedo. La amígdala, el cingulado anterior, el hipocampo, las regiones medio temporales y la corteza orbifrontal no tienen ninguna función para odiar pero sí son importantes para los otros sentimientos mencionados. Otro de los hallazgos del equipo británico es que cuanto mayor es el odio que se siente hacia una persona, mayor es la actividad en las áreas cerebrales implicadas.
Para Zeki, además de ayudar a comprender mejor el funcionamiento del cerebro humano, "el descubrimiento puede tener implicaciones en otros ámbitos, como por ejemplo en los juicios a criminales". "Cada vez sabemos más del cerebro. Si es ético o biológicamente deseable interferir en estas emociones básicas humanas es otra cuestión que la sociedad debatirá a su debido tiempo", concluye.