viernes, 21 de agosto de 2009

Fundamentalismo (1) Lapidaciones / Jesus Camp

Llevábamos tiempo queriendo dedicar un capítulo de Vocabulario Fundamental a denunciar los fundamentalismos religiosos (de casi todas las religiones), políticos y sociales que tristemente aún imperan en nuestro tiempo, mediatizando con sus odios y delirios integristas la vida de millones de personas en muchos lugares del mundo, también en Occidente, claro.

En un blog tan obcecado en la defensa irrenunciable de la libertad de cada individuo para decidir sobre sus actos y pensamientos a lo largo de su vida y su muerte, sin verse interferidos por los dogmas y prejuicios de religiones o tradiciones sobrevenidas desde su entorno, no podíamos dejar de denunciar estos hechos siniestros que siguen distorsionando el mundo de hoy.


Primera parte
. Lapidaciones en el mundo islámico

De un mail enviado por una amiga recogemos el llamado de Amnistía Internacional para impedir la ejecución de una mujer iraní, Sakineh Mohammadi, por un supuesto caso de adulterio, mediante la lapidación, uno de los usos y costumbres más aborrecibles (y hay unas cuantas) resultantes de la aplicación de la sharia, la ley religiosa que incorporan en su código de leyes muchos estados musulmanes.

Esta ley está inspirada en una interpretación estricta del Corán y el hadiz (recopilación de hechos y dichos atribuidos a Mahoma) y dicta un estricto código de conducta a seguir por los fieles. Y los no fieles, claro.De esta forma, países como Irán, Arabia Saudí, Sudán, Nigeria, Somalia u muchos otros incorporan muchos de sus elementos en su corpus legal lo que provoca que muchos de sus tribunales condenen a muerte por lapidación muchos casos de adulterio y violación, sin entrar en otras disposiciones y usos sociales aberrantes resultantes de estas leyes, como la fuerte discriminación de libertad de expresión, pensamiento y movimiento de la mujer, u otras actuaciones sociales perversas como la mutilación del clítoris de millones de niñas, la persecución directa a otros colectivos "indeseables" como los disidentes políticos, las minorías religiosas o los homosexuales.

De esta forma, nos unimos a Amnistía Internacional en su recogida de firmas para impedir la lapidación de Sakineh Mohammadi. Su crimen,"adulterio estando casada". Anteriormente había recibido 99 latigazos por "mantener una relación ilícita". Según denuncia AI el juicio fue injusto y sin garantías. El abogado de Sakineh ha pedido a la Comisión de Amnistía e Indulto iraní que revise su causa. Si esta comisión rechaza su petición, Sakineh será lapidada. Como dice AI, "no es la primera vez que gracias a la presión internacional se han conmutado condenas a lapidación."

"La ejecución por lapidación es un castigo especialmente cruel que Irán aplica a hombres y mujeres casados acusados de cometer adulterio, desoyendo así a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, según la cual tratar el adulterio como delito es contrario a las normas internacionales. La lapidación está específicamente concebida para aumentar el sufrimiento de la víctima, pues para llevarla a cabo se escogen piedras lo suficientemente grandes como para causar dolor pero no tanto como para matar a la víctima enseguida."

Para ilustrar lo que supone esta muerte sumamente cruel recogemos un delirante caso que nos estremecía el año pasado, cuando en el sur de Somalia se lapidó hasta la muerte a Aisha Ibrahim Duhulow, una niña de 13 años que había sido violada por tres hombres. Con la denuncia que Amnistía Internacional hizo de esa barbaridad les dejamos.

Aisha Ibrahim Duhulow tenía 13 años. Y el pasado 27 de octubre fue lapidada hasta morir. Unos cincuenta hombres la mataron, a pedradas, en un estadio de la localidad portuaria de Kismayu, en el sur de Somalia, mientras aproximadamente mil espectadores contemplaban el espectáculo.

¿Su delito? Había sido violada por tres hombres. Al denunciar la violación ante la milicia de Al Shabab, que controla Kismayu, fue acusada de adulterio y detenida. Un tribunal islámico, aplicándole la Sharía, la condenó a morir. Apedreada. Ninguno de los hombres que participaron en la violación ha sido acusado ni arrestado.
«Para la lapidación llevaron al estadio un camión cargado de piedras.
En un momento de la lapidación, según han confirmado a Amnistía Internacional numerosos testigos, se ordenó a personal sanitario que comprobara si Aisha Ibrahim Duhulow, que estaba enterrada, seguía con vida. La desenterraron, declararon que aún vivía y volvieron a colocarla en el agujero para continuar con la lapidación.
Dentro del estadio, miembros de la milicia abrieron fuego cuando algunos de los testigos del homicidio intentaron salvarle la vida, y mataron a disparos a un niño que presenciaba los hechos. Más tarde, y según los informes, un portavoz de Al Shabab se disculpó por la muerte del chico y afirmó que el miliciano que había disparado sería castigado.»


Segunda parte.
Jesus Camp, fundamentalismo cristiano


Para completar esta primera entrega sobre el fundamentalismo, en ambos casos religioso, les ofrecemos, subido a la red por el blog documentalesatonline el magnífico documental Jesus Camp (candidato a los Oscar 2007 y del que ya hablábamos en aquel post Vocabulario Fundamental. Infancia II) sobre los campamentos cristianos evangélicos en Estados Unidos, lugares donde algunos de los predicadores de este movimiento religioso fundamentalista, de inquietantes poder y crecimiento en aquel país, adoctrinan y moldean con sus dogmas y prejuicios los maleables cerebros de muchos pre-adolescentes norteamericanos. De la página FilmAffinity extraemos su sinopsis.

Documental sobre un campamento cristiano para niños, situado en Dakota del Norte, en el que se enseña a chavales de apenas 6 años a ser "soldados cristianos del ejército de Dios". En estos "Campamentos de Jesús" se instruye en el cristianismo evangélico a millones de niños americanos con la misión de "conquistar América para Cristo" y se les entrena para que sean "soldados" del ejército de Dios y parte del futuro político de América.

Basado en las experiencias de tres niños, Levi de 12 años, Tory de 10 y Rachael de 9, que asisten a un campamento de verano llamado "Kids on Fire" en el estado de Dakota, las directoras Heidi Ewing y Rachel Grady muestran la misión de la pastora Becky Fischer: enseñar a los niños a temprana edad a abrazar el cristianismo a través de programas intensos de instrucción evangélica, en los que se les enseña cosas como "Los hechiceros son enemigos de Dios. Si Harry Potter hubiera aparecido en la Biblia, habría sido condenado a muerte". (FILMAFFINITY)


"Cuenta cosas terribles y lo hace de forma admirable. (...) Qué documental tan revelador. Qué bien explica cómo algunos políticos y algunos periodistas siguen utilizando el pretexto religioso para sus abyectos fines." (Borja Hermoso: Diario El Mundo)


No hay comentarios:

Publicar un comentario