lunes, 26 de julio de 2010

Humor (3) El humor en el cerebro

Para la tercera entrada sobre las cosas del reír nos adentramos en los mecanismos del humor en nuestro cerebro, les ofrecemos uno de los estupendos programas del espacio de divulgación científica Tres14, de La2 de TVE, dedicado al humor y sus alrededores, para terminar con otro ejemplo de humor patrio, el de los genialoides chicos de Muchachada Nui.

El humor desempeña un complejo papel en el proceso del pensamiento, la comunicación y la interacción social del ser humano. Entre amigos o entre parejas, compartir causas y tipos de humor revela una forma similar de pensar, sentir e interpretar el mundo. El humor desbloquea tensiones y equilibra emocionalmente, desarrolla nuestra imaginación, intuición y creatividad.

Sin embargo, aunque antes se pensaba que el humor era un don único de nuestra especie, diversos experimentos demuestran cierto desarrollo del sentido del humor en algunos animales como chimpancés, perros, ratas y algunas aves, lo que será tema en otro post de esta serie.Sirva todo esto para homenajear la recomendadísima costumbre de tomarse la vida con un sentido del humor que la desdramatice, reivindicando la risa y la sonrisa como deber diario y derecho fundamental de todas las personas. Excepción hecha de la risa de hiena de Esperanza Aguirre.

Primera parte - El humor en el cerebro


El humor es una de las funciones más sofisticadas del cerebro humano y aunque sus recorridos dentro del mismo pueden variar dependiendo del tipo de humor que se utilice, éstos siempre confluyen en el córtex prefrontal medial (detrás de la frente). Las personas con lesiones en el córtex prefrontal suelen ser emocionalmente planos. Sin embargo, cognitivamente están intactos. Comprenden los chistes pero no les hacen gracia. Del artículo "Psicología de la risa", aparecido en el número 36 de Mente y Cerebro, nuestra revista de neurociencias de cabecera, extraemos la esclarecedora explicación de los circuitos del humor en nuestra mente:
Ni existe el centro cerebral del humor ni era de esperar en una capacidad tan compleja. El que entendamos un chiste, nos haga gracia y nos provoque reacciones involuntarias como la sonrisa y la risa son cosas que se deben a un conjunto de regiones de la corteza y de áreas profundas del cerebro.En el humor hay que considerar tres aspectos: el cognitivo, el emocional y el motor. El reconocimiento de una incongruencia y su desenlace en el punto central del chiste van parejos a una activación intensa del lóbulo temporal superior o del córtex prefrontal (marcado en amarillo en la figura). La activación del sistema mesolímbico, donde se incluyen la amígdala y el nucleus accumbens, desencadena la sensación de alegría (en rojo). Esta emoción libera, a su vez, la risa mediante los estímulos motores que parten del nucleus fazialis y llegan al tallo cerebral (en azul). La orden para la risa o la sonrisa arbitraria sin estímulo jocoso arranca del córtex somato-motor. Los movimientos de la musculatura facial estimulados suelen reconocerese fácilmente como fingidos. En la risa simulada, la musculatura permanece distendida, sobre todo la orbicular de los ojos. Quien por cortesía quiera causar buena impresión riéndose con los demás debiera procurarse unas gafas de sol.


Trás ver los circuitos cerebrales del humor, nos ocupamos de sus aledaños y curiosidades, los distintos tipos de humor, lo que nos hace reir a los españoles, qué es la risa nerviosa, y la relación directa entre el sentido de humor de las personas según el ambiente social en el que viven, la cultura e incluso la ideología de cada uno.

Los científicos llevan tiempo grabando risas para comprender por qué reímos. Y es que esos sonidos extraños que emitimos los humanos y algunos animales son todo un misterio. Todavía no sabemos por qué soñamos, por qué nos besamos, ni tampoco por qué reímos. Tres de las mejores cosas de la vida siguen sin tener una explicación definitiva.

Sabemos que uno se puede morir de risa y que la risa activa en nuestro cerebro los mismos circuitos que el amor. T
res14 entrevista a Pedro Marijuan, investigador del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud de Zaragoza, que nos explica por qué a veces dejamos de lado las palabras para expresarnos con una carcajada. El contexto y la ideología influyen en que la gente se ría con un determinado tipo de humor. Por ejemplo, a las personas que buscan nuevas sensaciones, que prefieren cambiar sus hábitos y huyen de la rutina, les gusta el humor complejo, en el que la interpretación no está clara. El humor actual está centrado en la diversión y al español le gusta, sobre todo, el humor de denigración, reírse de las desventajas ajenas. El humor español es socarrón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario