lunes, 23 de enero de 2012

Animales (8) Juegos animales

Recurrimos al estupendo blog Somos primates para conocer más sobre la necesidad del juego en muchas especies animales, no sólo en las más evolucionadas como primates, perros, felinos y demás mamíferos superiores, sino que es también remarcable en muchas especies de reptiles y aves. El juego carece de metas externas y es iniciado una y otra vez aunque se haya alcanzado el objetivo consumatorio. Cada animal tiene su personalidad y algunos juegan más que otros y otros nada, pero son generalmente los ejemplares jovenes los que llevados de la curiosidad por su entorno inician con sus hermanos los presagios de las maniobras básicas de investigación, caza y huida del animal adulto. Pueden ser simples divertimentos solitarios y gozosos como el cuervo con su snow-board o el delfín y sus anillos de burbujas o lúdicas interacciones entre especies como las ballenas jorobadas y los delfines en aguas de Hawaii. Simpáticos animalitos.



Entre animales anda el juego

Pablo Herreros / Somos primates 17.06.2010

El juego es un fenómeno que podemos encontrar en mamíferos, aves y también en algunos peces, reptiles y anfibios según Gordon Burghardt, etólogo de la Universidad de Tennessee. Burghardt ha estudiado el juego animal durante los últimos años en especies como tortugas e iguanas. Tras introducir objetos se registraba la actividad que llevaban a cabo los animales, y los datos mostraron que parecen sentir curiosidad y tener comportamientos lúdicos hacia ellos. También hay observaciones de cocodrilos jugando con cuerpos de animales muertos y surfeando olas en el río.

El problema para la aceptación de su existencia en algunos animales se encuentra en lo que los científicos consideran juego, ya que se trata de un contexto y no de un conjunto de conductas concretas. Por ejemplo, morder está considerado como una conducta agresiva, a no ser que se haga dentro de un entorno lúdico en el cual está permitido siempre que sea dentro de unos límites.



Se cree que aproximadamente el 80% de las especies mamíferas juegan, lo cual se ha traducido en una ventaja adaptativa en los primates a lo largo de la evolución, ya que somos especialmente propensos a enfrascarnos en actividades de este tipo en cualquier momento y lugar. Esto es así, entre otras razones, porque el juego es un camino muy eficaz hacia el aprendizaje de comportamientos sociales. Explorar el mundo a nuestro alrededor y experimentar con situaciones de la vida real sin peligro, son algunas de sus funciones más valiosas para la supervivencia de los primates.
Los estudios muestran que el juego en primates humanos y no-humanos es muy similar e incluye los mismos elementos, formas y tiempos. Por ejemplo, en todas las especies, aunque se juega durante toda la vida de una manera u otra, se da un descenso de esta actividad a medida que avanzan los años, especialmente tras la pubertad.
La primera experiencia de este tipo que un chimpancé tiene en su vida proviene de su madre, que suele tocarlos cuidadosamente y les hace cosquillas ocasionalmente. Aunque al principio no responden, al cabo de seis meses comienzan a interactuar plenamente. Más adelante, otros jóvenes y también adultos jugarán con él. Según Jane Goodall, las madres de chimpancé comienzan a dejar a otras crías acercarse para jugar a partir de los seis meses de edad aproximadamente. El juego en esta especie suele iniciarse con vocalizaciones y una manera de andar muy peculiar mediante pisotones al suelo, además de la presentación de los cuartos traseros al compañero. Cuando se trata de adultos de diferentes sexos, éste suele ser iniciado por los machos y las hembras no aceptan si el macho tiene fama de rudo, rechazando la invitación muy a menudo.
Burghardt ofrece una visión interesante respecto al comportamiento de los dominantes durante el juego. Éste cree que cuando se trata de una riña seria normalmente el más fuerte o el más grande gana. Pero en el juego de primates no-humanos y de niños, los individuos dominantes se controlan e inhiben su fuerza para no dañar a otros y mantener al oponente metido en el juego. En niños es fácil observar cuando se están sobrepasando esos límites en frases como “juegas muy duro” o “te estás pasando”. Los animales, al carecer de lenguaje, emiten gruñidos y se muerden para ir negociando en el transcurso del juego con este mismo fin.

George Bekoff cree que es en el juego donde se da la atmósfera más propicia para el aprendizaje de las habilidades sociales, ya que hay pocas sanciones cuando se transgreden normas. Mientras se juega, las disculpas son aceptadas en mayor número de ocasiones. Además, los individuos deben cooperar el uno con el otro porque se trata de una actividad voluntaria. También cree que es un contexto perfecto para estudiar las raíces de comportamientos como la moralidad o las normas sociales, debido al autocontrol que exhiben algunos sujetos.
En un primer momento, al igual que ocurre con otros patrones de comportamiento de los primates, se pensó que existía una correlación entre el tiempo empleado en el juego y el tamaño relativo del cerebro. Hoy sabemos que no es así. Por ejemplo, los roedores y los marsupiales le dedican mucho más horas que algunos primates. Probablemente sea debido a que el juego está relacionado sólo con algunas áreas específicas del cerebro y no con la totalidad, como ocurre en otras características en las que sí se han encontrado relación.
Existen algunas hipótesis, según las cuales, la fantasía fue una habilidad distintiva de los homínidos que hizo posible el lenguaje y la inteligencia. Esta capacidad imaginativa permitió que el juego fuera lo suficientemente complejo como para servir de práctica a habilidades posteriores aún más sofisticadas, como por ejemplo el arte. El físico y psicólogo William Stephenson desarrolló una teoría sobre la comunicación de masas en los años sesenta del siglo pasado, en la que definía el juego como el medio por el cual una sociedad desarrolla su cultura, sus sueños y sus lealtades.

El juego de los cuervos

Pablo Herreros / Somos primates 19.01.2012

Es probable que los cuervos y otras especies similares de pájaros se encuentren entre los animales que mejor se han adaptado a los continuos cambios en las condiciones del entorno, desde el surgimiento de las aves hace más de 100 millones de años.


















Los córvidos (Corvidae), familia a la que pertenecen una gran cantidad de especies como el cuervo, la urraca o las grajillas, han colonizado los más diversos nichos ecológicos y habitan en casi la totalidad de las latitudes del planeta Tierra. Esta historia de éxito no es de extrañar si tenemos en cuenta que los córvidos son considerados como la familia de aves con una mayor inteligencia desde el punto de vista humano.
Entre otras, tienen la capacidad de construir y modificar herramientas para conseguir alimento, algo que requiere hacer una representación mental previa del resultado final. Quizás sea esta capacidad, la razón por la que cuentan también con la gama de comportamiento de juego más compleja y diversa: juego social, juego con objetos y juego locomotor.
Esta hipótesis es posible, ya que según datos publicados por Joseph Ortega y Marc Bekoff, las aves en las que encontramos una variedad de juegos más amplia son las que tienen un lóbulo frontal más desarrollado, como es el caso de los Passeriformes, orden a la que pertenecen la familia de los córvidos.
Aunque aún no existe una definición del juego en animales que haya sido aceptada por todos los científicos, la que más simpatías despierta hasta el momento es la elaborada por el etólogo Marc Bekoff, quien lo describe como: “toda actividad ejecutada después de nacer, que parece no tener objetivo alguno, en el que los patrones locomotores de otros contextos son usados mediante formas modificadas o secuencias alteradas”.
Bekoff está convencido de que los animales, o al menos lo parece, nos involucramos en comportamientos de juego solo por la «diversión de hacerlo». Gracias a que es placentero por sí mismo, reforzamos una tendencia que favorece el entrenamiento de habilidades físicas, emocionales y sociales, que serán clave en nuestra supervivencia.


El juego del delfín

Pablo Herreros / Somos primates 5.08.2010

Los delfines, al igual que los humanos, sienten una fascinación por el juego y el entretenimiento, consecuencia de un alto coeficiente cerebral. Además, son seres creativos y sensibles. Tanto en libertad como en cautividad, hay documentados casos en los que inventan sus juguetes, como muestra este vídeo, donde podemos observar a uno de estos cetáceos jugar con anillos de burbujas bajo el agua.

jueves, 12 de enero de 2012

Evolución (1) La odisea de la especie 1


La Odisea de la Especie I - La Odisea de la Especie

Si queremos ver a nuestros antecesores de forma educativa y entretenida, nada mejor que "La Odisea De La Especie", un ambicioso proyecto documental que se emitió en su día con excelentes resultados de audiencia en Francia, Italia, Alemania, Suiza, Bélgica y Canadá. La película se rodó en Suráfrica, con la participación de 70 actores de todos los orígenes étnicos de aquel país. El coste de la producción fue de tres millones de euros.

La película es "ficción científica", en la medida en que trata de manera dramatizada los datos y teorías sobre el origen del ser humano. La odisea de la especie retrata "la historia de la vida humana desde hace ocho millones de años, las vicisitudes y peripecias de la especie, los peligros a los que se enfrentaron nuestros antepasados y las circunstancias que hicieron posible que surgiera el ser humano".
Los documentales se sirven de la narración de historias ficticias protagonizadas por diferentes eslabones de la escala evolutiva combinándolas con las explicaciones científicas que se entresaltan a lo largo del video, estableciendo de forma cronológica cada uno de los hitos más importantes en el desarrollo la humanidad desde el Australopithecus al Homo Sapiens, así como sus diferentes rutas migratorias y evolución geográfica a lo largo de todo el planeta.


Australopithecus. El Australopithecus (simio del sur) aparece en África hace unos 5.000.000 de años. Se diferenciaban de los otros simios por tener un cerebro mayor y porque habían desarrollado una anatomía que les permitía caminar de pie, es decir, que eran bípedos. Existían dos especies diferentes de Australopithecus, los Afarensis, menos evolucionados, y los Anamensis, que recorrían grandes distancias y se alimentaban de carroña. Lucy, el conocido fósil descubierto en Etiopía, era un Afarensis.

Homo habilis. Aparece en África hace cerca de 2.000.000 de años. Descubrieron el modo de fabricar herramientas de piedra con las cuales mataban y descuartizaban a sus presas, a las que devoraban crudas.


Homo erectus. Precedido por el Homo ergaster, apareció por primera vez en África hace cerca de 1.000.000 de años. Aprendió el control del fuego hace unos 500.000 años. Fue el primero de los homínidos que dejó África para colonizar las llanuras de Europa y China.


Homo neandertal. Aparecieron en Europa hace cerca de 125.000 años. Su cerebro era prácticamente tan grande como el de los humanos actuales y anatómicamente estaban bien desarrollados. Fueron los primeros homínidos que enterraron a sus muertos; entierros que iban precedidos de ceremonias religiosas. No se sabe por qué motivo, se extinguieron hace 30.000 años. Los ancestros de los Neandertales dejaron África hace aproximadamente 400.000 a 800.000 años. Y evolucionaron durante el transcurso de los milenios en lo que ahora es Francia, España, Alemania y Rusia. Se extinguieron o fueron simplemente absorbidos por la población humana moderna hace aproximadamente 30.000 años.

Homo sapiens. La especie a la que todos pertenecemos, el Homo sapiens (hombre sabio), aparece en Europa hace alrededor de 35.000 años. El lenguaje, las herramientas y su naturaleza social les hacían más capaces que al neandertal. Inventaron el arte decorando sus cuevas con pinturas expresivas y bellas de los animales que cazaban.

Texto: Sólo sé que no sé nada


La Odisea de la Especie (I) La Odisea de la Especie (2003)


1. Los Prehomínidos

Hace 10 millones de años el simio se convierte en homínido y se levanta sobre sus patas traseras para atravesar la sabana africana y buscar cobijo. Se adapta al medio, su cerebro crece y y su conciencia se desarrolla. Así recorre la tierra y conquista el mundo. Horrorin es el primer bípedo conocido.



2. Los primeros hombres

Hace 2 millones y medio de años aparece en África el Homo Hábilis, el primer hombre. Vive en grupo y comparte conocimientos y espíritu de conquista. Se convierte en Homo Ergaster cuando sale de África y tarda 5 mil años en alcanzar Asia y Europa, convirtiéndose entonces en Homo Erectus.



3. Neanderthal y Sapiens

Homo Sapiens y Neandertal conviven e intercambian cultura, pero nosotros solo descendemos de Sapiens ya que Neardental se extingue al no estar capacitado para adaptarse. Ambos comparten espacio y tiempo, pero no se mezclan porque son dos especies genéticamente distintas.



Versión 1 sólo capítulo

martes, 3 de enero de 2012

Extinción (10) La extinción según Tres14

Tres14 - Extinción

21.02.2011
Enlace
21 de diciembre de 2012. Según el calendario maya, ese día acabará nuestra era. Una vez más, el fin de nuestra existencia está próximo. Parece que la amenaza del fin planea constantemente sobre nosotros y la Ciencia no sólo desmonta las teorías sobre el fin del mundo, también nos da motivos para preocuparnos. Los astrofísicos afirman que el impacto demoledor de un meteorito podría acabar con el Homo sapiens de la misma forma que contribuyó a la desaparición de los dinosaurios. Para climatólogos, paleontólogos y otros científicos, la mayor amenaza para la supervivencia del ser humano es él mismo. Parece que la superpoblación y la mala gestión de los recursos del planeta nos llevan hacia nuestra extinción. Hasta ahora ninguna de las predicciones apocalípticas se ha cumplido. ¿Significa eso que nunca lo harán? tres14 habla con el paleontólogo Eudald Carbonell. Él cree que en el próximo siglo desaparecerán 1.500 millones de personas. Otros como el físico Cayetano López estudia alternativas energéticas para nuestra supervivencia, y el biólogo Pere Puigdomènech defiende el uso de la genética para lograr comida suficiente que asegure el futuro de la Humanidad. Ellos nos explicarán si estamos condenados a extinguirnos.

Y además en este programa hablamos de:
¿el fin del Homo sapiens?; conciencia global; ¿el tiempo se agota?; ¿qué necesitamos diariamente para vivir? ; ¿qué mineral se agotará primero?; ¿cuántos habitantes puede soportar el planeta?; ¿dónde se producirá el alimento del futuro?; la extinción de los dinosaurios; las ballenas y la belleza del azul.