viernes, 22 de julio de 2016

Puta guerra (28) 'Apocalipsis: la Primera Guerra mundial'


Hace un par de años publicamos un post dedicado a los orígenes y desarrollo de la Segunda Guerra Mundial con dos series documentales de la saga franco-canadiense 'Apocalipsis'. Su rasgo característico son coloreadas y poco conocidas escenas de los dos grandes conflictos mundiales del pasado siglo para contar, desde el punto de vista bélico (táctico y estratégico) pero también a través de las personas que las vivieron, cómo se gestaron y se desarrollaron estas hecatombes humanas en las que murieron más de 70 millones de personas, cayeron dos imperios y comenzó a cincelarse a sangre y fuego el mundo contemporáneo.

Hoy volvemos a recurrir a la serie 'Apocalipsis' para mostrar, en cinco episodios, la primera de ellas, la Gran Guerra, ese conflicto que surgió inopinadamente, casi de la nada, con el asesinato de un príncipe austro-húngaro en Sarajevo por el nacionalista serbio Gavrilo Princip. 
 
A los 37 días que pasaron entre este magnicidio y el comienzo de la guerra también les dedicamos un post, con la excelente serie documental británica '37 days', que de esta forma introduce los cinco capítulos de 'Apocalypse: la 1ère Guerre Mondiale' (dirigidos por Isabelle Clarke y Daniel Costelle en 2014) con los que ya les dejamos. 

Sinopsis: ¿Pudo ser evitado el sacrificio de una generación entera? ¿Como un conflicto tan cruel fue posible? ¿Como, hombres y mujeres, pudieron afrontar este horror durante cuatro largos años? La serie responde a estas cuestiones fundamentales a través de un aporte estratégico y global, aunque también y en especial a través de una mirada intima y sensible. 'Apocalipsis: la I Guerra Mundial', la serie de Isabelle Clarke y Daniel Costelle realizada a partir de más de 500 horas de archivos cinematográficos, la mayoría inéditos y con imágenes coloreadas que nos llevan al campo de batalla pero también a la vida cotidiana de los civiles.




Capítulo 1 - Furia

El origen de la 'furia' que inundó el mundo y durante cuatro años provocó el choque de imperios y el hundimiento de países. Los soldados marcharán a la guerra en un acto de inconsciencia colectiva, con el empuje de pensar que será una campaña corta y gloriosa.




Capítulo 2 - Miedo

Millones de hombres vivieron atrapados por la maquinaria de una guerra que según sus dirigentes iba a ser breve y gloriosa, pero que se convirtió en una guerra de desgaste y miedo. El enfrentamiento de los ejércitos ruso y alemán en Tannenberg fue el más decisivo de toda la guerra. Es el momento de las grandes batallas, como la del Marne. Francia y Gran Bretaña reclaman la ayuda de sus colonias: canadienses, australianos, neozelandeses, senegaleses, marroquíes y argelinos entran en la guerra, el conflicto ya es mundial.












Capítulo 3 - Infierno

Europa entera está en llamas. Los combaten alcanzan una violencia desconocida hasta entonces. En Francia los alemanes lanzan una gran ofensiva en Verdún. Después vendrá la batalla del Somme, la más sangrienta desde el comienzo de la guerra.







Capítulo 4 - Rabia

Ya hay cinco millones de muertos. Crece la 'rabia' entre los soldados, que necesitan que esta masacre termine. El estado mayor alemán tomará una decisión que cambiará el curso de la guerra. Dentro de su guerra submarina, decidirá atacar a todos los barcos en el Atlántico, lo que incluirá los americanos. EEUU entra en la guerra.








Capítulo 5 - Liberación


En 1917, el estadounidense general Pershing desembarca en Francia en un nuevo golpe de efecto hacia la 'Liberación'. Con el refuerzo norteamericano, las fuerzas aliadas irán de victoria en victoria hasta la rendición alemana el 11 de noviembre de 1917. Europa comienza a cerrar sus heridas y a construir su futuro, pero la derrota alemana y la conferencia de Versalles . Pero las cicatrices tardarán apenas veinte años en abrirse de nuevo.


viernes, 15 de julio de 2016

Puta guerra (27) 'Las huellas de la guerra': Naturaleza en la línea de fuego


El documental 'Las huellas de la guerra' (Natur unter Beschuss. Ökologische Folgen des Krieges) es una producción francesa de 2013 dirigida por el alemán Maximilian M. Mönch que analiza las consecuencias en el medio ambiente de las más de doscientas guerras que arrasaron nuestro planeta el siglo pasado. Porque ¿cuáles son los efectos de los conflictos bélicos en el medio ambiente? ¿Cuáles son las consecuencias ecológicas de las guerras del siglo XX?

Todo comenzó con La Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, el primer gran conflicto del siglo XX, la primera guerra industrializada, la primera en que se hacía un uso masivo de la artillería, la primera en el uso de armas químicas. Se multiplicaba así el daño causado al medioambiente donde se combatía. Y de ella nacieron las otras grandes catástrofes bélicas que desde entonces asolan el mundo, cada una más destructiva que la anterior. Desde entonces hasta hoy, la Naturaleza está en la línea de fuego y no sólo cuando se combate, las consecuencias fatales de los conflictos bélicos continúan tras ellas. Las huellas de la guerra están por todas partes y son terribles e inconfundibles.

Las huellas de la guerra

Los efectos de la guerra en el medio ambiente van mucho más allá de los causados por el propio conflicto bélico. Sólo en los preparativos bélicos se consumen unos quince millones de kilómetros cuadrados de materia prima, el seis por ciento de toda la que hay en el mundo. El siglo XX es un tiempo en que la guerra, entendiendo por guerra los preparativos, el conflicto bélico y los que sucede después, todo ese conjunto, ha tenido un impacto mucho mayor en los ecosistemas naturales. Es un problema ecológico surgido de las guerras industrializadas del siglo veinte al que debemos enfrentarnos en el siglo veintiuno. Los residuos radiactivos contaminan campos y mares, millones de toneladas de munición yacen en los océanos, agentes químicos contaminan nuestros paisajes, el uso militar es el responsable de alrededor del diez por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono.

Millones de toneladas de municiones sobrantes de la II Guerra Mundial yacen en las costas de Canadá. Los residuos radiactivos procedentes de submarinos soviéticos fueron lanzados al mar durante la guerra fría y siguen contaminando las aguas de Noruega y Rusia. En Vietnam el llamado 'agente naranja' lanzado desde el aire por Estados Unidos durante 10 años destruyó el 15 por ciento del ecosistema vietnamita. En el mar Báltico se encuentra un barco alemán hundido con armas químicas en su interior. Y algunas islas paradisiacas del Pacífico ofrecen un alarmante testimonio de 5 décadas de entrenamientos militares.

miércoles, 13 de julio de 2016

Mujeres (16) La violencia contra las mujeres 4 Del cero al uno

Del cero al uno


Desde 2008, todos los 7 de julio en Pamplona se recuerda algo más que San Fermín. Se recuerda a Nagore Laffage, una chica de 20 años que esa noche se encontró a un médico de 27, José Diego Yllanes; fue asesinada por él. Hay un documental de Helena Taberna, Nagore, y una muy extensa hemeroteca sobre el crimen, pues el chico era de buena familia y con éxito social, signifique eso lo que signifique. No hay perfil que más cachondos nos ponga a los periodistas que el del chico 10, como se le llamó en titulares, caído en desgracia. Entre otras razones porque se da por hecho que cayó en desgracia el asesino, no la muerta.

La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos y Asun Casasola, madre de Nagore Lafage, durante la concentración del día 7 en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona. VILLAR LÓPEZ EFE

También él lo creyó desde el primer momento, por eso tras matarla pidió ayuda a un amigo, pensó en descuartizarla (le cortó un dedo), la metió en una bolsa, la depositó en un bosque y limpió de huellas el piso. La sentencia consideró todos los atenuantes propuestos por la defensa: su confesión (fueron vistos por testigos y grabados por cámaras), la reparación del daño (dinero para la familia de la víctima) y la intoxicación etílica. De este modo fue condenado por homicidio, no por asesinato; el día en que se conoció la sentencia lloró la familia de Laffage. Doce años de prisión, permisos de libertad en breve y una petición del condenado: la del indulto al Gobierno en 2014, que fue denegado.

Del juicio sobrevive una frase involuntariamente esclarecedora. La pronunció la madre de Diego José Yllanes: “Me resulta imposible aceptar que asfixió a esa chica sin más”. La declaración oculta lo mismo que exhibe: es posible aceptar que tu hijo asfixió a la chica por un motivo. El que se aireó en el juicio tiene relación con la familia y su posición social: la mató para evitar que la chica lo denunciase tras ser agredida y de este modo dañar su imagen y la de su apellido. Tras el crimen dedicó a eso sus acciones: él y su posición, su clase.

La madre de Nagore se ha preguntado estos días si ninguno de los cincos acusados de violación en Pamplona pensó en algún momento: “Qué estamos haciendo”. Es probable que si alguno lo hizo fuese en relación con las consecuencias del delito. En crímenes con tanta tradición es complejo apartar el foco de quien patrimonializa la violencia hasta terminar arrogándose el papel de víctima. Ni siquiera en el lenguaje bienintencionado se huye de la trampa. En posiciones tan contundentes como la del Ayuntamiento de Pamplona, que ha anunciado “tolerancia cero” con las violaciones, se invita a pensar en quién y cuántas veces ha aplicado la “tolerancia uno”.

lunes, 4 de julio de 2016

Lobos (20) El negocio sucio que rodea al lobo

El negocio sucio que rodea al lobo

La Guardia Civil ha imputado a 20 ganaderos y guardas forestales por falsificar ataques a las reses para cobrar compensaciones en Asturias

El País - Madrid 3 Julio 2016 Manuel Planelles

Un grito recorre desde hace años Asturias de cabo a rabo: "¡Que viene el lobo!". Llega y ataca al ganado. Cada año, el Principado de Asturias destina alrededor de un millón de euros para compensar las dentelladas de este animal a las vacas, los caballos, las cabras y las ovejas de esta comunidad autónoma. En 2014 —el último año del que el Gobierno regional ha ofrecido datos cerrados—, los ganaderos de esta región recibieron compensaciones por los daños causados en 4.555 cabezas de ganado. De media, 221 euros por cada animal.

Cabeza de un lobo colgada de una señal de tráfico en La Doriga (Asturias). EFE ATLAS

Pero alrededor de este sistema de pago con dinero público para compensar los ataques del lobo existe una sombra de duda. "Llevamos años alertando al Principado de que hay indicios de abusos o presuntos fraudes. Aunque sean minoritarios, encienden la llama del conflicto y ayudan a que el lobo se tome como un chivo expiatorio", sostiene Alberto Fernández Gil, biólogo y miembro de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL). "Aunque no sé cómo de grande es el problema", reconoce Fernández Gil, quien también forma parte del consejo consultivo que supervisa el programa de gestión de esta especie en Asturias.

La Unidad Central Operativa de Medio Ambiente, perteneciente al Seprona de la Guardia Civil, lleva meses siguiendo el rastro de esos presuntos fraudes. Dentro de esta operación ya están investigadas —la antigua figura conocida como imputación— 20 personas en Asturias. Se trata de nueve ganaderos y 11 guardas del medio natural, dependientes del Principado, que presuntamente falsificaron expedientes para cobrar ayudas por ataques de lobo simulados. Los guardas forestales son los encargados de certificar que las marcas que aparecen en las reses son de este cánido.

Las engañifas detectadas pasan, por ejemplo, por la utilización para varios expedientes de una misma fotografía de un ataque real de lobo a una vaca, según detallan fuentes de la investigación. O por la falsificación de firmas de los supuestos afectados.

Xurde Gayol es guarda del medio natural en Asturias. Y habla de la "picaresca" que rodea al lobo en su tierra. "He tenido que denunciar ya a varios ganaderos por estafa", apunta. Él es unos de los encargados de certificar que las muertes que le presentan son verdaderamente por lobo. "A medida que pasa el tiempo es más complicado determinar la causa de la muerte".

"Picaresca hay mucha", admite. Recuerda, por ejemplo, el ganadero que le llamó y le mostró tres vacas fulminadas por un rayo. Quería que le certificaran esos fallecimientos como un ataque de lobo. "Los guardas tienen mucha presión. A mí me han amenazado. Las presiones existen", apunta Gayol.

Parque de Ponga

En el caso abierto por los agentes del Seprona una parte importante de la investigación se ha desarrollado en el parque natural de Ponga, ubicado al sur del Principado, lindando ya con Castilla y León. Los agentes han imputado allí a cinco guardas y cuatro ganaderos. Fuentes de la investigación afirman que se había creado un entramado de forestales y ganaderos para cobrar compensaciones que el Seprona pone en duda. El caso de esa misma foto utilizada en varios expedientes —que se viraba con un pequeño retoque fotográfico para que pareciera otra— corresponde a esta zona de Asturias y a este grupo de guardas.

Según los datos recogidos en el informe elaborado por el Principado sobre el Programa de Actuaciones de Control del Lobo de Asturias 2015-2016, los daños al ganado en la comunidad han aumentado un 26,6% entre 2009 y 2014. Los más afectados son los equinos, que suponen el 36,31% de las 4.555 cabezas que han sufrido algún daño. Este "patrón" de ataques, según este informe, se repite desde la década de los años ochenta del siglo pasado y "tiene que ver con el modo de manejo de este ganado en la región [los caballos se dejan pastar solos en el monte] y la especial vulnerabilidad de los potros".

Pero también con este tipo de animales hay "picaresca". "Algunos ganaderos compran potros sin valor en Galicia y los sueltan en zonas loberas para que les ataquen y cobrar las ayudas, que son más altas de lo que les ha costado comprar el potro", apunta Gayol. Estas prácticas también las está investigando la Guardia Civil.

"Los caballos son los más atacados, pero también los que tienen menos relevancia económica para el ganadero", detalla el biólogo Fernández Gil. "Las vacas, las más valiosas y las más abundantes, están muy poco afectadas", añade. En 2014, 836 cabezas bovinas sufrieron ataques de lobo en Asturias, según el censo del Principado. La menor incidencia en estas reses responde, según este biólogo, a que mantienen un "componente de defensa" que estos animales han perdido en otros territorios.

Doble cobro

La picaresca sobre las ayudas por ataques de lobo no es nueva, afirma Fernández Gil. Recuerda el caso registrado hace un par de años también en Asturias. La fiscalía especializada en medio ambiente acusó entonces a cerca de 200 ganaderos de una estafa relacionada con las indemnizaciones. "Fue una empresa de seguros ganaderos la que alertó", rememora. "Cobraban doble por la muerte de una res". Primero presentaban el fallecimiento ante la aseguradora para recibir esa indemnización. Luego, sin avisar de que ya habían dado ese paso, registraban la reclamación ante el Principado para que se les compensara por un ataque de lobo.

"Aquí se paga todo, no se hacen preguntas", se queja Gayol. "Y, como el lobo no tiene sindicatos que lo protejan, es el que acaba pagando", ironiza este guarda del medio natural.

Rechazo social

Ocurrió el 30 de mayo. En una carretera, a la altura de la localidad asturiana de La Doriga, apareció colgada de una señal de tráfico una cabeza de lobo. Era algo parecido a una advertencia. El rechazo a este animal es muy alto entre algunos colectivos, que reclaman más batidas de las Administraciones para reducir las poblaciones. "No hay evidencias de que los controles [a través de la caza] estén minimizando los daños achacados a los lobos", sostiene el biólogo Alberto Fernández Gil.

En su informe sobre el programa de control de esta especie, el Principado de Asturias reconoce que "resulta difícil medir la conflictividad social". Pero añade: "El lobo es un tema recurrente en los medios de comunicación escritos regionales".